jueves, mayo 01, 2008

Because social misfits always want to rule the world

"Porque yo existo y tú no. Porque soy mejor que tú y no lo sabes. Porque con tu muerte no quedará más de ti que el esqueleto de una hoja marchita entre otro montón. Nadie me quiere, todos me odian, soy mitad gusano y mitad sabio. Comeré las hojas del árbol y escribiré mi propio Libro de la Vida. ¡Inscribe tu nombre, burdo hombrecillo o mujercilla, antes de que el holocausto humano suceda por fin!"

¡El loco vive solo en el apartamento 777! El loco no tiene reputación, no tiene amigos, tiene anguilas y una tía abuela que practica la santería. El loco se encontró a Dios un día en una bodega de Ramo (Deliciosa compañía proveedora de pastelillos y tortas ilegales). El loco no participa en el bingo de El Edificio, ni le rinde pleitesía a la Compañía de Bienes Raíces.
A veces el loco mira por la ventana deslizando la cortina blanca, mira a los transeúntes y se esconde, queriendo que piensen que es un fantasma. Lo sé porque lo murmura y yo lo he oído. Cuando la gente está loca murmura cosas.
La Compañía de Bienes Raíces* prohibió los fantasmas, las religiones distintas a lo Normal, los animales, los pasteles, la soledad, los "personajes de circo", la locura, las figurillas de animales prehistóricos, las fotos de gente muerta y cualquier cosa que incite la
peligrosísima nostalgia. La Compañía de Bienes Raíces no permite la membresía de ancianos, porque son individuos propensos a la memoria. No le he dicho a nadie, pero tengo el álbum de láminas Jet (Una antigua y clausurada fábrica de chocolate, según sé) con las láminas de "Historia Geológica de la Tierra", y las de los animales extintos. Todos saben que es mentira, que la Tierra siempre ha sido así.
El loco tiene todos los elementos para ser expulsado por la Compañía. Es un individuo "altamente peligroso y detestable, un desecho para los honorables habitantes de El Edificio". No lo hacen porque no son capaces de entrar. Parece que hay una barrera invisible, un campo de fuerza, un
avanzadísimo sistema de protección, o una cosa así. Yo no sé. A los de los apartamentos 789 y 800 los expulsaron por andar proclamando que la barrera era obra del Dios que habitaba en la bodega de Ramo o de los conjuros de la tía abuela bruja que vive allí escondida. "¡Blasfemos, supersticiosos, ignorantes!" los llamaron y los pusieron de patitas en la oscura calle, hábitat de parias.
Como no pueden echarlo, lo quieren "eliminar limpiamente". Seré imprudente con mi declaración, aún así no me parece que sea limpio ni mucho menos necesario quemar una casa con personas vivas dentro. La Compañía afirma que unos pocos individuos peligrosos no importan si se trata de alcanzar un fin noble como lo es el bienestar de El Edificio.
Dicho y hecho. Incendiaron el sitio. Yo miré el hecho con terror y mi corazón se encogía. Sollocé en silencio, porque llorar me metería en problemas. Está prohibido, prohibido... ¡Como todo! ¿Acaso no es nuestro el aire, la mente y el pedazo de suelo donde vivimos?
Júzgueme el lector, ¿Soy una mujer cobarde y estúpida por permitir este sucio crimen? ¿Soy una fiel y responsable seguidora de la ley con blasfemas ideas rondándome en la cabeza?
Me alivia decir que, sin embargo, el loco no estaba allí. No había seres vivos en ese momento. Cómo supieron, cómo salieron; gritaban los de La Compañía en medio de su ira y las cenizas de muebles. No sé ni el día de hoy la respuesta a esas preguntas y le admitiré a cualquiera que se interese en saberlo que me gustaba mirar al loco cuando se asomaba por la ventana, que me gustaba su excentricidad y que hubiera
querido que se quedara, Aunque me lleguen amonestaciones de "La nostalgia está prohibida".

Él volvió, una sola vez y al escondido. "¡
Oriana!" Me gritó. Me asusté, estaba envuelto bajo una túnica negra.
-¿Qué sucede?
-Nada, no te asustes.-Dijo con seriedad-Quería que supieras que mis anguilas, mi tía y yo estamos bien. Los parias suelen ser buenas personas....
Casi que no salgo de mi estupefacción. Balbuceé algo que no recuerdo.
-De todas maneras gracias. Si no hubiera sido por tu sonambulismo jamás habría podido salir de esa cárcel. Te traje algo que sé que reconocerás.- Me dio algo pesado, no muy grande, envuelto en tela.- Adiós, nos veremos cuando todo esto se acabe...
Oriana, tú también estás loca, no eres como ellos...
Encontré dentro de la tela una piedra del tamaño de un puño cerrado, con una extraña forma de espiral. Era como una de las
laminitas pintadas de Jet**.
-¿Qué es esto?
-Un fósil.

*La Honorable Compañía de Bienes Raíces aclara que escribir relatos está rotundamente prohibido, sobre todo cuando contiene ideas tan vandálicas como las expuestas anteriormente. Apoyarlas o difundirlas resultará en expulsión inmediata.También les recordamos que el llanto, la memoria y las manifestaciones amorosas están totalmente prohibidos por resultar
autodestructivos para quién los presente y molestos para los otros co-habitantes.
Cordial saludo.

**Lámina #72, Fósiles de la era secundaria.

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