viernes, mayo 29, 2009

El verbo "Caer" era el escogido para el título, hasta que la inspiración del cuento llegó al fondo.

"Su inocencia es precisamente la clave de todo el odio que me causa.
No... no es como si fuera una causa para llorar, no llore, no me gusta verle llorar.
Cómo podría decírselo sin que me malinterprete?
Usted es una buena persona. Es tan buena persona que es malo. Todo extremo es pernicioso, debe usted saber. Yo no quiero que usted sea una mala persona, que se corrompa, sería un crimen hacerle eso; no sólo un crimen contra usted, un crimen contra todo lo bueno y puro en que la gente cree todavía. Yo quiero que usted no sufra más. Yo quiero que usted deje de recordarme esta cicatriz que tengo aquí, que deje de dañar mi imagen del mundo con su... su pureza.
Yo que usted no es feliz. Que la gente no entiende que usted no es un fenómeno, que usted es especial. Usted ni siquiera sabe lo especial que es. Sufre mucho porque quiere al mundo y quiere hacerlo un lugar mejor. Y teme no lograrlo.
Lo peor de todo es saber lo cerca que usted ha estado de la más plena maldad del ser humano. De gente que es incluso peor que yo. Aún así usted, usted, no alberga ni siquiera una gota de ira. No podría disparar un arma, ni siquiera si todo lo que usted amara dependiera de eso.
Mi temor es que cada vez le veo apretar más los dientes para hablar, confundirse más, perderse más en el mundo. Que yo la guiara sería su ruina. No puedo permitirme arruinarla. No puedo permitirle ser como nosotros. No puedo permitirle caer.
El mundo es un lugar muy feo para usted.
Es usted un ángel.
Le juro que-que... lo si-siento... no llore, no llore más...
Va a volver al cielo... va a volver al cielo, a ese paraíso que ha creado...


Y yo al infierno. Supongo que no está tan mal... perdoneme.

1 comentario:

Caritolunamorena dijo...

mmm yo se uqe naaada que ver pero me vi aracnofobia... y me acuerdo que me dio tanto miedo que me meti debajo de las cobijas