I can tell you she was not in her grave

Algunos se preguntan por qué prefiero los zombis a los vampiros.
Por supuesto que me simpatiza más ser un vampiro que un zombi, pero siendo vampiro es posible lamentarse de lo mierda que es esa condición y como zombi solamente tengo que conseguir comida y, sintetizando, masacrar humanos.
Y si un zombi muere... no le quedan muchas terminaciones nerviosas, así que se muere y punto. En cambio el pobre vampiro, si es que logran agarrarlo para sacarlo de su desgracia (Cosa que dudo seriamente), le queda la agonía de quemarse vivo o estar varias horas atravesado por una estaca.
Pero estas consideraciones biológicas sobre los no-muertos no afectan en absoluto mis preferencias.
Los zombis son unos verdaderos monstruos, unas bestias violentas, sin trajes victorianos ni ilusiones románticas; van a devorar nuestras vísceras sin enamorarse de nuestra patética fragilidad. Por lo tanto, la gente los abomina y les causa repulsión y vómito ver sus rostros pútridos en las revistas a las que suscriben.
Ese es mi interés. Puedo asustar a la gente con ellos, recordarles que la muerte los acecha respirándoles en la nuca noche tras noche, así se empeñen en negarlo. Puedo así contarles que su belleza es efímera, y que en un respiro se les estará cayendo la piel a jirones. Los humanos vivos no se doblegarían nunca ante un gobierno zombi, se verían convertidos en una guarnición de almuerzos antes de poder arrodillarse para rogar perdón.
Así, destaparía la realidad ante la que nos fingimos ciegos usando criaturas irreales y, matando dos pájaros de un solo tiro, causaría el apocalipsis de una vez por todas y salvaría a los planetas circundantes de una posible y nefasta colonización espacial humana.
Por eso invito a todos a que apoyen mi fantasía de usar muertos vivientes para mandar a la mierda a todo el mundo (Sí, yo también sería mandada a la mierda).
(¿Qué?¿Ninguno de ustedes tiene fantasías apocalípticas de vez en cuando?)