Te ofendí gravemente, unos veinte o treinta minutos atrás. ¿Tan poco tiempo? Yo que sé, pudo haber sido el siglo pasado, igual no me acuerdo.
¡Te juro que no me acuerdo! No es una excusa mediocre para disculparme contigo. Pero ven, por favor, haz como si detrás de la puerta me escucharas...
Lo malo es que me acuerdo de la imagen pero no del sonido. Como una película muda. Las bocas retorciéndose, formando letras para lanzarlas al aire. Aunque sin significado, porque yo no sé leer los labios.
El recuerdo mudo que conservo es algo así como lo que voy a contarte, para que me corrobores. Estaba yo pseudodurmiendo (Expresión que significa un sueño poco profundo sobre la cama tendida, con los zapatos puestos y la luz prendida), cuando tú entraste y dijiste algo. Tal vez me dijiste que durmiera algo más cómoda. Me desperté, pero no lo suficiente como para ser consciente de mis actos.
Me senté en el borde de la cama, de espaldas a ti. Estaba de mal humor, al menos recuerdo haber fruncido el ceño. Mis labios se movieron, y creo que los tuyos debieron de haberme respondido, ya que giré la cabeza hacia ti. Seguimos conversando y los gestos se fueron endureciendo.
Entonces yo dije algo largo y muy desagradable.
La amargura surgió en tu rostro mientras que yo pronunciaba tan horribles (y desconocidas) palabras. Me gritaste. Yo hice lo mismo hasta que te fuiste dando un portazo. El sonido regresó un poco y yo grité algo que incluía las palabras "Yo" y "No".
Me volví a recostar en la cama, un tanto adormilada. Aún así había despertado un poco y por consiguiente olvidado toda la parte sonora de la conversación anterior. Quise ir a disculparme. Había gente en el salón viendo un programa de opinión y me vieron pasar. Pero tú estabas en tu cuarto.Luché unos segundos con la chapa de la puerta hasta que supe que era inútil y volví a mi cama.
Hice un esfuerzo enorme por recordar (A veces pienso que las palabras "Tiempo" y "Noche" estaban en la discusión. Dato inútil, por cierto). Sobra decir que no quería herirte, que no estaba en mis cabales.
No he vuelto a oírte esta noche. ¿Qué diablos haces encerrado allá adentro?¿Por qué no tienes la cortesía de decirme algo, así sea para insultarme?Ni siquiera puedes seguir tratándome de esa manera mucho tiempo.
Un momento. Yo no recuerdo que hayas vuelto, ni mucho menos que te dignaras a dirigirme la palabra... Perfectamente pudo haber sido un sueño. O que soy esquizofrénica. O que ya se me jodió la memoria del todo.
Qué importa, pase lo que pase me odias y además estoy loca. Vaya consuelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario