viernes, marzo 21, 2008

Pilón de amargura

" Lo siento. Siento hacerles pasar un mal rato y siento llenar de terror tan concurrido lugar. Pero he estado esperando este momento durante toda mi vida, buscando un fin perfecto para mi existencia de aflicción. Es ahora o nunca.
Ustedes no tienen argumentos que puedan disuadirme, ni amenazas que puedan asustarme; ya estaba escrito mi trágico final.
Aunque los odie por ser hipócritas y estúpidos, ¡Buena suerte! Ojalá se casen, tengan familia, un trabajo de mierda y dinero de sobra para gastar en viajes a lugares como este. ¡Qué sus almas se pudran en el infierno, si son creyentes! O sus cuerpos en el cementerio, si no lo son.
Hicieron de mi vida un juego de muñecas. ¡Soldaditos de plomo y bailarinas de papel! Así es como ha sido todo... pero no importa, cuando mi cráneo se reviente contra las rocas el juego habrá terminado.
El sueño habrá terminado. Se me consumieron las ilusiones por miedo a quemarme.
¡No es su culpa! Está bien, sí lo es. Pero a ustedes qué les importa, cínicos, mañana olvidarán este "accidente".

¡Adiós al miedo, adiós a él, adiós al mundo!
¡Muéranse! "

El vento le meció los cabellos por última vez, mientras que su resistencia a la gravedad cedía y caía como una mariposa herida sobre las rocas de la playa.
Yo miraba, atónita, pero comprendiendo su discurso. El golpe seco de la muerte no tardó en atraer a una multitud de turistas entrometidos.
Y la sangre manchó la playa, brillando bajo el sol de mediodía; lo cual me recordó un asunto de gran importancia: La hora del almuerzo.

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