lunes, diciembre 03, 2007

El ocaso del Imperio #2

Mis queridos lectores, he decidido seguir con esta especie de "experimentos" que algún día darán lugar a una novela...Cómo podrán notar, trataré de hallar la forma de narrar el ocaso de Carcosa y de mostrar como unas cuantas personas ven como las abandona Dios...los pondré a sufrir, lo cual me agrada muchísimo...
Lesath miró al enorme precipicio que se hallaba bajo sus pies. Podía ver que la luz de la luna daba formas caprichosas a las rocas del Río. Lesath tenía miedo de caer, y de muchas otras cosas también, pero su rostro no denotaba ningún sentimiento. Sus ojos grises se posaban en la negrura del abismo sin transmitir nada. Aquella inexpresividad siempre asustó a quienes se cruzaron con ella, hasta el punto de que empezaron a que correr rumores de que aquella era una niña sin alma, alguna clase de engendro obra de los demonios. Entre el pueblo asustado por los horribles sucesos que comenzaron a devastar El Imperio era muy fácil culpar a los demonios y asesinar niños pequeños. Muchos fueron ahogados o lanzados a los lobos que tanto pululaban por la región.
Lesath tuvo suerte. Tras dos intentos fallidos de ser ahogada en un pozo la comunidad obligó a su familia a exiliarse, a menos que quisieran ser quemados mientras dormían. Lesath y su familia partieron hacia la región conocida como Farkadain, llamada así por la familia que la había descubierto y que la gobernaba desde mucho tiempo atrás.
Farkadain era una tierra semidesértica, fría, gris y lúgubre. Tuvieron que pasar muchos años
antes de que alguien supiera con exactitud por qué Chertan Farkadain se esforzó tanto en ser el gobernante de esa tierra estéril.
Respecto a la vida de Lesath en Farkadain, Lesath era feliz en Farkadain. La soledad de aquellos parajes, sin habitantes paranoicos que quisieran molestarla, era exactamente lo que ella necesitaba. Pero había otra cosa que cualquier observador notaría fácilmente, y es que ella parecía casi un elemento del paisaje. Cualquier adjetivo que se le pudira poner a Farkadain también le quedaba bien a Lesath. Caminando entre aquellos riscos y valles sombríos cualquiera podría decir que Lesath Ain era la reina de Farkadain.
El precipicio que Lesath había escalado en esta ocasión no era un precipicio cualquiera de los muchos que había en la región. Era el Risco del Águila Plateada, donde se hallaba el Palacio de Farkadain y el actual Gobernante Alphard . El motivo de escalar el risco no era un simple paseo. Lesath estaba cansada, asustada y tenía manos y pies magullados; pero también tenía una buena razón para seguir escalando. Decidió reemprender su camino para llegar al palacio antes del alba . La luna hacía resplandecer las rocas plateadas, lo cual al menos era un consuelo para Lesath.
La figura oscura del palacio se acercaba, viéndose cada vez más inquietante....
[ CONTINUARÁ....]


2 comentarios:

:-Liana-: dijo...

querías ver sufriendo a tus apreciados lectores?
felicitaciones, te ganaste el premio mayor..
eer...
hola?
bien.. supongo que no tengo ningún comentario aportante que pueda darte motivación para seguir adelante en tu bizarro proyecto de novela macabra, y , quien sabe?, con influencias de terror..
tampoco tengo ningún comentario para comprobar que enserio me hiciste sufrir... (vil mentira...)
pero sigue adelante, es realmente genial leer tus escritos e impresionante la manera como puedes plasmar un poquito de cada una de las personas que conoces ahí.... puede que esa jamás halla sigo tu intención... pero, como dice mi amiga filósofa con un hijo superdotado: "leer es un placer para quien lee, por ende, puede interpretar lo que se le de la gana de lo que leyó, no sabes para quien escribes"...
que tengas buenas y eternas lunas.

Darkcrow dijo...

esta muy bueno tu experimento me gustan mucho este tipo de lecturas de casualidad tienes mas que hayan sido compuestas por ti????
te agradeceria me contactaras a la direccion que ahi te dejo para saber como las consigo.

un gran y oscuro saludo
Darkcrow